Author: Carlos Rugerio, MMD Warehouse Assistant
Image attribution: Grupo Lar México
The “Wings of Mexico” is a bronze sculpture made by the artist Jorge Marín. The original, which has a wingspan of nearly 12ft, is located in the Chapultepec Forest, Mexico City, a place full of magic and an important pillar of my city’s history. Currently, donated copies of the sculpture can be found in different major cities in other countries. The meaning of the sculpture is tied to migrant culture, which is why we can appreciate it in different parts of the world.
“Wings of Mexico” is a powerful reminder of how migration and the search for a better life are universal experiences, connecting dreams and hopes all around the world. Personally, as an animal lover, I inevitably compare or relate the behavior of many animals to human behavior. After all, we are part of the same group, the animal kingdom, within which we are not the only species that migrates, but we are the only one that has political limitations to do so. I suppose many animals and humans share the same motivation to travel long distances: to seek a better quality of life or optimal conditions for development. Unfortunately, both animals and humans often do not reach their destinations or cannot fulfill their purposes. I guess it’s part of life. Normally, many animals have rest stops, sanctuaries, and important places to complete their development along their migratory routes.
As a Mexican in the United States, I have not had very good experiences in different jobs, and I am sure those experiences are just the tip of the iceberg in the day-to-day life of many people. Fortunately, after going through those difficult times while flying from one job to another, the wind brought me here to MMD.
Just as birds find a place to rest, I have found a place where I have been helped to develop and complete this stage of my journey. The MMD team has equipped me with skills and taught me their culture and language. I know this is not the end of my journey. In the end, life is about that: not staying in the same place and being better every day. But I know that when I leave this place, my wings will have grown stronger, and I will go even further.
Autor: Carlos Rugerio, Asistente de Almacén de MMD
Atribución de imagen: Grupo Lar México
Las “Alas de México” es una escultura de bronce creada por el artista Jorge Marín. La original, que tiene una envergadura de casi 12 pies, está ubicada en el Bosque de Chapultepec, Ciudad de México, un lugar lleno de magia y un pilar importante en la historia de mi ciudad. Actualmente, copias donadas de la escultura se pueden encontrar en diferentes ciudades importantes en otros países. El significado de la escultura está ligado a la cultura migrante, razón por la cual podemos apreciarla en diferentes partes del mundo.
“Alas de México” es un recordatorio poderoso de cómo la migración y la búsqueda de una vida mejor son experiencias universales, conectando sueños y esperanzas en todo el mundo. Personalmente, como amante de los animales, inevitablemente comparo o relaciono el comportamiento de muchos animales con el comportamiento humano. Después de todo, somos parte del mismo grupo, el reino animal, dentro del cual no somos la única especie que migra, pero sí la única que tiene limitaciones políticas para hacerlo. Supongo que muchos animales y humanos comparten la misma motivación para recorrer largas distancias: buscar una mejor calidad de vida o condiciones óptimas para desarrollarse. Desafortunadamente, tanto animales como humanos a menudo no alcanzan sus destinos o no pueden cumplir sus propósitos. Supongo que es parte de la vida. Normalmente, muchos animales tienen paradas de descanso, santuarios y lugares importantes para completar su desarrollo a lo largo de sus rutas migratorias.
Como mexicano en los Estados Unidos, no he tenido muy buenas experiencias en diferentes trabajos, y estoy seguro de que esas experiencias son solo la punta del iceberg en la vida cotidiana de muchas personas. Afortunadamente, después de pasar por esos tiempos difíciles mientras volaba de un trabajo a otro, el viento me trajo aquí a MMD.
Así como los pájaros encuentran un lugar para descansar, yo he encontrado un lugar donde me han ayudado a desarrollarme y completar esta etapa de mi viaje. El equipo de MMD me ha equipado con habilidades y me ha enseñado su cultura e idioma. Sé que este no es el final de mi viaje. Al final, la vida se trata de eso: no quedarse en el mismo lugar y ser mejor cada día. Pero sé que cuando deje este lugar, mis alas habrán crecido más fuertes, y llegaré aún más lejos.